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Un Empujoncito en la Práctica Docente

Algunas veces la enseñanza (en este punto en la vida), se siente como la primera vez en el parque de diversiones. Llegamos al lugar con todas esas emociones: emoción, terror, felicidad, pero más que ninguna otra, listos.

Considerando que en estos días hay demasiada información disponible (podemos simplemente escribir lo que necesitamos y ¡Booom!, la Inteligencia artificial lo resolvió), los docentes necesitamos correr hacia las nuevas tendencias para hablar el mismo idioma como estudiantes mientras somos las personas que guían el camino de su aprendizaje (considerando que somos lo que debemos saberlo todo). Ser un docente puede ser la aventura más emocionante.

Como en la montaña rusa, la enseñanza tiene picos, bajadas y algunos aspectos que simplemente me quitan la respiración. Alguna veces, la enseñanza me ha volteado de cabeza y cambia en un pestañeo. Puedo pensar que todo está bajo control y entonces, hay algo nuevo que necesito implementar, i.e. currículo, horarios, estrategias de enseñanza-aprendizaje, nuevas tendencias, personalidades distintas. Normalmente me emociona ser parte del cambio al inicio, pero igual que en la montaña rusa, después de tres o cuatro veces se vuelve arrollador,  frustrante, cansado.

Como docente de preparatoria de Inglés y Psicología en México, he tenido todas esas emociones de “primeros días en el parque de diversiones” cuando me planto frente a mis estudiantes, pero no debo olvidar que como ser humano, también tengo familia, problemas, pagos, hobbies…

Esto puede sonar como una distracción del parque de diversiones, como ese que aparece cuando uno va y compra una soda porque ha sido un terremoto estar expuesto a todas esas emociones varias veces en un periodo de tiempo tan corto.

Estoy bastante segura de que nuestros docentes quieren darle a los estudiantes lo que ellos en verdad necesitan y ser cuidadosos en cómo lo hacen, solo cubriendo las necesidades básicas. Somos los que sabemos, aprendices de toda la vida y estamos interesados en implementar enseñanza innovadora y prácticas de enseñanza-aprendizaje. Parece que el reto más grande es CÓMO hacer SOLO eso.

Cómo podemos mejorar la experiencia de aprendizaje para ambas partes, el docente y el estudiante. Cómo podemos crear espacios de aprendizaje donde los estudiantes utilicen el tiempo practicando sus habilidades en lugar de escuchar al docente hablar y hablar; colaborar para compartir, decidir, cometer errores, encontrar soluciones juntos; hacer revisiones cuándo y cómo se necesite; tener la autonomía suficiente para esa experiencia de aprendizaje, todo esto sin olvidar que cada uno tiene necesidades particulares MIENTRAS se cubre una lección.

Implementar esta clase de ambiente de aprendizaje no es fácil porque también tenemos que lidiar con los retos que nos dificultan el día a día. Observemos cómo los enfoques en la práctica docente cambian cada cierto tiempo, cómo las escuelas públicas y privadas tienen políticas y necesidades distintas en cada estudiante que asiste; y cómo algunos docentes quieren continuar con la enseñanza tradicional y se resisten a los cambios.

El pegamento en los rieles, el CÓMO del viaje en la montaña rusa para mí ha sido el Modern Classrooms Project (MCP). Este proyecto se basa en un modelo de instrucción usa la instrucción mezclada (blended instruction), las estructuras de autoaprendizaje (self-paced structures) y el aprendizaje basado en la maestría (mastery-based learning). El MCP me ha ayudado a poner todas estas ideas juntas para mejorar la experiencia de aprendizaje en conjunto aunque exista un nuevo currículo, nuevos enfoques en los que hay que trabajar para la educación pública o privada, nuevos horarios, nuevas ideas que haya que implementar. He descubierto que el MCP es una solución tan poderosa que los docentes y estudiantes pueden continuar en la montaña rusa, aunque las políticas y quienes las hacen decidan cambiar la montaña rusa una vez más.

Desde lo que los estudiantes necesitan, hasta el cuidado del docente, este modelo provee de herramientas y los arreglos necesarios que yo sabía que necesitaba sin saber cómo hacerlo posible. La instrucción puede ser llevada por un video que es tan interesante para los estudiantes, como la imaginación lo permita, que puede ser consultado tanto como se requiera. Objetivos claros desde el inicio, de los cuales los estudiantes toman ventaja porque también tienen permitido crear a partir de ellos, su propio camino. Su progreso puede ser consultado en cualquier momento (por ellos mismos), convirtiéndolos en aprendices autónomos que deciden por ellos mismos y si hay algún error, pueden corregirlo y practicar las habilidades con instrucción diferenciada, considerando el Diseño Universal para el Aprendizaje. Y por último, pero no menos importante, los estudiantes pueden revisar su aprendizaje con Mastery Checks y si hay necesidad, re-evaluarse para su mejora.

Puedo garantizar que si viajas en esta nueva montaña rusa con el pegamento en los rieles—instrucción mezclada (blended instruction), las estructuras de autoaprendizaje (self-paced structures) y el aprendizaje basado en la maestría (mastery-based learning)—esta vez, será el mejor viaje y encontrarás muchas posibilidades para lograrlo de acuerdo a tus preferencias y contexto, que se convertirá en tu favorito.

Foto cortesia de Metro Institute of Technology (MIT), Columbus, Ohio.

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